Ante una relación santa no hay pecado. Ya no se percibe ninguna forma de error, y la razón, unida al amor, contempla calladamente cualquier confusión y observa simplemente: "Eso fue un error"
Y luego, la misma Expiación que aceptaste en tu relación corrige el error y, allí donde éste estaba, deposita una parte del Cielo.
¡Cuán bendito eres tú que permites que este regalo se otorgue! Cada parte del Cielo que restituyes se te da a ti. y cada lugar vacío del Cielo que vuelves a llenar con la Luz Eterna que traes contigo, resplandece sobre ti.
Los medios de la impecabilidad no conocen el miedo porque únicamente son portadores de amor.
UCDM