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martes, 2 de julio de 2013

Vivir de instante en instante



¿Cree usted que una hoja que cae al suelo teme a la muerte? ¿Cree que un pájaro vive con el temor de morir? Se enfrenta a la muerte cuando la muerte llega; pero no se preocupa por la muerte, está demasiado ocupado con el vivir: ocupado en atrapar insectos, en construir un nido, en cantar, en volar por el júbilo mismo del vuelo.
¿Ha observado alguna vez a los pájaros que, llevados por el viento, se remontan en el aire hasta una gran altura, sin un solo batir de alas?

¡Cómo parecen deleitarse sin cesar! No se preocupan de la muerte. Si la muerte llega, está bien, han terminado. No hay preocupaciones acerca de lo que va a suceder; viven de instante en instante, ¿no es así?

Somos nosotros, los seres humanos, los que siempre estamos preocupados por la muerte - porque no estamos viviendo.

Esa es la dificultad; estamos muriendo, no viviendo.

Ahora bien, si usted puede vivir de instante en instante y no preocuparse acerca del futuro, si puede vivir sin el pensamiento del mañana - lo cual no implica la superficialidad de ocuparse meramente del hoy -, si estando alerta a todo el proceso de lo conocido puede renunciar a lo conocido, desasirse completamente de ello, descubrirá que ocurre algo asombroso.

Inténtelo por un solo día - descarte todo lo que conoce, olvídelo, y vea simplemente lo que sucede.

No cargue con sus preocupaciones de día en día, de hora en hora, de instante en instante; despréndase de todas ellas y verá que, gracias a esta libertad, adviene una vida extraordinaria que incluye tanto el vivir como el morir.

La muerte es tan sólo la terminación de algo, y en ese morir mismo existe una renovación.

miércoles, 16 de mayo de 2012

La pasión del ser.



Existe una belleza que está más allá del sentimiento y del pensamiento y que no puede ser realizada, comprendida o conocida si no hay pasión.
(…) … una llama que destruye todo lo que es falso. (…)
Sin amor, nunca descrubrirán ustedes qué es la verdad.



domingo, 1 de enero de 2012

Se tu mismo, se el amor.


Sé sincero en la acción; nunca pretendas aparecer diferente de como realmente eres, porque toda simulación es un obstáculo para la luz de la verdad, que debería resplandecer a través de ti como la luz solar refulge a través de un límpido cristal.

Aprende a distinguir entre lo egoísta y lo desinteresado. Porque el egoísmo tiene muchas formas y cuando crees haberlo destruido por fin en una de ellas, surge en otra tan fuerte como siempre. Pero gradualmente estarás tan lleno del pensamiento de ayudar a los demás que no tendrás ya lugar ni tiempo para pensar en ti mismo.

Por lo tanto, deberás hacer el bien por amor al bien y no con la esperanza de recompensa; deberás trabajar por amor al trabajo, no con la esperanza de percibir el resultado; deberás dedicarte al servicio del mundo porque lo amas y porque no puedes prescindir de ayudarlo.
La sabiduría que capacita para ayudar, la voluntad que dirige a la sabiduría, el amor que inspira la voluntad: he ahí las cualidades por adquirir. Voluntad, Sabiduría y Amor.

De todas las cualidades requeridas, la más importante es el amor, porque si el amor está suficientemente desarrollado en un ser, le obliga a adquirir todas las demás; y todas ellas sin amor, jamás serían suficientes.
 

miércoles, 4 de mayo de 2011

Crear el camino claro para que la energia fluya.


Necesitas más energía para destrozarte a ti mismo que para construir un poquito de felicidad.

Desperdiciamos nuestra energía a causa del conflicto, riñas, miedo y vanidad. Cuando nuestra energía no se desperdicia en absoluto, tenemos toda la energía del mundo. En tanto nuestro cerebro no se deteriora a causa del conflicto, ambición, esfuerzo, lucha, sentimiento de soledad, el desaliento, etc. tenemos energía en abundancia.

El hábito mecánico produce desorden, porque cuando la energía funciona siempre dentro de un límite estrecho, lucha por abrirse paso y esto constituye la esencia del conflicto.

Viva sin autoridad, sin comparación y descubrirá qué cosa tan extraordinaria es. Ud. tiene una tremenda energía cuando no está compitiendo, comparando ni reprimiéndose; usted está realmente vivo, sano, completo, y es, por lo tanto, sagrado. Existe una cualidad de la mente que está despierta y observando siempre, observando aunque no haya nada que aprender.


Krishnamurti.
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