viernes, 2 de marzo de 2012

Lo suave siempre gana a lo duro.

Lo suave siempre vence a lo duro. Lo suave está vivo, lo duro estés muerto. Lo suave es como una flor, lo duro es como una roca. Lo duro parece poderoso pero es impotente. Lo suave parece frágil pero está vivo.
Cualquier cosa viva es siempre frágil, y cuanta más elevada la calidad de vida, mayor su fragilidad. De manera que cuanto más ahonden, más suaves se volveran, o cuanto más suaves se vuelvan, más ahondarán. El núcleo más interior es absolutamente suave. Esa es toda la enseñanza de Lao Tse, la enseñanza del Tao: sean suaves, sean como el agua; no sean como una roca. El agua cae en la roca. Nadie puede imaginar que al final el agua vaya a ganar. Es imposible creer que el agua va a ganar. La roca parece tan fuerte, tan agresiva, y el agua tan pasiva. ¿Cómo va a ganar el agua sobre la roca? Pero con el tiempo la roca desaparece. Poco a poco lo suave continúa penetrando en lo duro.
De modo que permitan que sea un recordatorio constante. Siempre que empiecen a sentir que se vuelven duros, relajense de inmediato y vuelvanse suaves, sin importar las consecuencias. Aunque sean derrotados y momentáneamente vean que va a ser una pérdida, dejen que así sea, pero vuelvanse suaves... a la larga, la suavidad siempre gana.


Aceptando que no somos nada, ganamos el mundo


Daniel Odier:
Discípulo de una yoguini.
De Lalita Devi, en los Himalayas, recibí la transmisión del tantra shivaísta cachemir que sólo se da de maestro a discípulo.

En el tantra se dice que la mujer encarna la potencia.
Y el hombre la capacidad de maravillarse. Los cachemires siempre han considerado que las capacidades de las yoguini son más profundas y directas que las de los hombres.

¿Y qué le enseñó?
Que somos lo que buscamos; que el universo es el juego de nuestra conciencia. Que no hay ni deshonra, ni
purificación, ni divinidad fuera de uno mismo, ni práctica, ni ritual, ni nada que tengamos que alcanzar.

¿?
Aceptando no ser nada ganamos el mundo.

¿Entonces?
Devi decía que un solo instante de presencia total valía la lectura de todos los tratados, todos los poetas, todos los filósofos.

¿Y cuál es la puerta a la presencia?
No hay más ritual que respirar, caminar, mirar la tierra, los árboles, los objetos que nos rodean. Tocar la vida, la realidad, profundamente. No hay nada más que buscar.

Me deja paralizada.
Cada mañana, al despertar, aún acostado, pongo mi atención sobre la respiración abdominal. Relajo el vientre, como hacen los bebés y los animales. Cuando exhalo, sé que exhalo. Cuando inhalo, sé que inhalo.

...
Salgo a la calle y durante los desplazamientos doy algunos pasos sintiendo la respiración. Durante el día, de vez en cuando, vuelvo a la conciencia de la respiración, relajo profundamente los músculos abdominales. Diez, veinte veces por día.

Microprácticas del yoga tántrico.
Sí, pero sin olvidar que lo fundamental es experimentar placer con esa presencia, así volvemos a ella una y otra vez, y entonces deja de ser una práctica y se convierte en una forma de gozar plenamente la vida.

El gozo, ¿eso persiguen los tántricos?
Si la respiración consciente sustituye a la respiración automática cambiará tu forma de comprender el mundo, tendrás la sensación profunda de tener los pies sobre la tierra, y los temores se esfumarán.

Hay que tocar el mundo.
La piel es nuestro órgano más sensible, el que más nos nutre. Una simple caricia desencadena todo nuestro sistema sensorial. Quien no toca y no es tocado se marchita. Para los maestros cachemires una persona recupera su unidad cuando lo tocan profundamente, sin querer nada, cuando el contacto deja de ser una estrategia sexual.

Con presencia y veneración.
Me levanto, noto el contacto de mis pies sobre el suelo. Preparo el desayuno, toco la taza, humea, el pan tibio, el cuchillo frío. Me ducho, el agua caliente cae sobre mi piel...

Sí, qué gustito.
Esta vida de estremecimientos continuos es la del yoga de la atención y la conciencia. Se trata de emerger del automatismo que no me aporta satisfacción alguna.

Sentir la realidad de tu vida.
Sí, tal como es. Aprender a gozar de los placeres simples nos libra poco a poco de la búsqueda de esos placeres intensos que perseguimos porque nos despiertan del sopor sensorial. Piense que esa agua que está bebiendo le desea, sienta cómo le penetra.

Interesante visión del deseo.
Para los tántricos el deseo es la vida misma. Uno de sus textos más antiguos dice: "El deseo existe en ti como en todo. Advierte que se encuentra también en los objetos y en todo aquello que la mente pueda percibir".

¿Debo sentir que todo me desea?
Sí, el agua que bebes, la nieve, la lluvia, el sol... No tocamos de la misma forma una taza de café que nos desea, ni miramos igual una flor que nos desea. Establecemos una relación extremadamente sutil con los objetos y dejamos de ser unos depredadores que quieren apropiarse de todo lo que desean.

Es un buen vínculo con la vida.
La presencia, la atención desnuda, es suficiente para acabar con lo que obstaculiza la fluidez de la vida. Si dejas, como una yoguini, que todos tus sentidos se estremezcan con cada sensación, la satisfacción será continua y profunda y te llevará a la alegría.

...
Basta tomar conciencia unos segundos. Cuando te despiertes entra en tu cuerpo (observa los latidos del corazón, las tensiones, la puesta en marcha de la mente). Luego, conscientemente, abandona la atención y vuelve a conectar el automático. Más tarde, al caminar con los pies descalzos, estate presente en cinco o seis pasos, luego retira la atención. Al salir de casa, durante unos segundos, presta atención al cielo y, tras una pausa, a los movimientos de tu cuerpo.

Lo intentaré.
Hazlo 50 o 60 veces por día durante quince segundos. No aumentes la duración de las prácticas, sino su cantidad. Todas las veces que logras captar la vida en su inmediatez, tu respiración se relaja en armonía. Si puedes obtener el placer que da la presencia, tu alegría ya no dependerá de circunstancias esperadas, sino de la simple realidad...

Dicen que el tantra guarda un secreto.
... Tu entorno será tocado mucho más profundamente por tu presencia que por tu discurso. Si perseveras en esta práctica, descubrirás que ya no hay práctica, simplemente placer, ese es el secreto tántrico.

Abierto a la vida.

Puedes soltar tus anclas, el programa.
Confia en tu corazón, el te cuida.
El miedo solo viene segundos antes de dar el salto, no tiene poder sobre ti.
Cuando respiras profundamente y conectas con tu centro vital  lo haces.
 No dudas y saltas, entonces sientes que algo muy bueno viene.
El misterio se abre ante ti y puede mostrarte la belleza y grandeza del instante..Tu.

Fluir, danzar, gozar, amar, dar, reir, abrazar...Ser.

Que elijo ser?

"El contenido de tú carácter es tu elección. Día a día, lo que eliges, lo que piensas y lo que haces es en quien te conviertes. Tu integridad es tu destino.es la luz que guía tu camino".

Phillip Askew & Lydia Walker - Variations On Surya Namaskara (Music by Jonah Rank)

Surya Namaskar con un amiguito.

Deja que el amor te toque.


Somos bellos instrumentos del Amor.
Tu función y felicidad es lo mismo.

Prestar atención a la pausa.

Presta atención a la pausa: la pausa entre dos pensamientos, al breve y silencioso espacio entre las palabras de una conversación, entre las notas de un piano o de una flauta, o al breve descanso entre la inspiración y la espiración. Cuando prestas atención a esas pausas, la conciencia de «algo» se convierte simplemente en conciencia. Surge de dentro de ti la dimensión informe de pura conciencia y reemplaza la identificación con la forma.

La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas.
Cuando miras un árbol o un ser humano desde la quietud, ¿quién está mirando? Algo más profundo que la persona. La conciencia está mirando a su creación. En la Biblia se dice que Dios creó el mundo y vio que era bueno. Eso es lo que ves cuando miras sin pensamiento, desde la quietud.

No es tu tarea amarme, es la mía.

 “Acepte que la relación es para hacerlo conciente en lugar de feliz y entonces sintonizará con esa conciencia superior que quiere nacer en este mundo.”

“No acuse a los demás de ser inconcientes, en el momento en que Usted ha comenzado a discutir, se ha vuelto inconciente también.”

 “Abandonar el juicio no significa que Usted no reconozca la disfunción y la inconciencia cuando la vea. Significa SER EL QUE CONOCE en lugar de SER LA REACCION y el juez. En lugar de luchar con la oscuridad, usted trae la luz.”

“El mayor catalizador para el cambio en una relación es la ACEPTACION completa de su pareja como es, sin necesidad de juzgar o de cambiarla de ninguna manera.

Cuando esto sucede no hay más victimas ni victimarios, ni acusadores ni acusados. Este es el final de toda dependencia mutua, de ser arrastrados a los patrones inconcientes del otro y por lo tanto hacer posible que continúen. Ustedes entonces se separarán en el amor o bien entraran más profundamente en el ahora, en el ser."

Puede ser tan simple?
Si…es así de simple!

Sueño despierto

Dale vida a los sueños que alimentan el alma,
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despierto.

 

Eres un milagro

A eso de caer y volver a levantarte.
De fracasar y volver a comenzar.
De seguir un camino y tener que torcerlo.
De encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad,
Llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de DIOS
Y saberte impotente.
De fijarte una meta y tener que seguir otra.
De huir de una prueba y tener que encararla.
De planear un vuelo y tener que recortarlo.
De aspirar y no poder, de querer y no saber,
De avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo,
Llámale enseñanza.

A eso de pasar días juntos radiantes.
Días felices y días tristes.
Días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina,
Llámale experiencia.

A eso de que tus ojos miren
Y tus oídos oigan.
Y tu cerebro funcione y tus manos trabajen.
Y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta.
Y tu corazón ame.
A eso no le llames poder humano,
Llámale milagro divino…

Honestidad

Honestidad es la conciencia clara “ante mí y ante los demás”. Honestidad es el reconocimiento de lo que está bien y es apropiado para nuestro propio papel, conducta y relaciones. Con honestidad, no hay hipocresía ni artificialidad que creen confusión y desconfianza en las mentes y en las vidas de los demás. La honestidad conduce a una vida de integridad, porque nuestro interior y exterior son reflejo el uno del otro. Honestidad es hablar de lo que se piensa y hacer lo que se ha dicho. No hay contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos, palabras o acciones.

Esta integración proporciona claridad y ejemplo a los demás. Ser interiormente de una forma y exteriormente de otra, crea barreras y puede causar daño, porque nunca podremos estar cerca de los demás ni los demás querrán estar cerca nuestro. Algunos piensan: “Soy honesto, pero nadie me comprende”. Esto no es ser honesto. La honestidad es tan claramente perceptible como un diamante sin defectos que nunca puede permanecer escondido. Su valor es visible en cada acción que realizamos. Se necesita examinar la honestidad interna para fortalecerse y desarrollar sabiduría y estabilidad. La firmeza interna positiva crea un oasis de recursos espirituales para asegurarse y proporciona la confianza para permanecer estable en la propia autoestima.

La honestidad actúa como un quitamanchas. Para el crecimiento del propio ser debe haber limpieza y claridad en el esfuerzo y verdad en el corazón. Limpieza significa explorar y cambiar la conciencia y la actividad que manchan al propio ser y suscitan dudas en los demás. Debería haber honestidad en el corazón y también honestidad en la cabeza. De lo contrario habrá autoengaño o la tendencia de engañar a los demás, oscureciendo los asuntos con excusas interminables y explicaciones confusas. Cuando el espejo del propio ser está limpio, los sentimientos, la naturaleza, las motivaciones y los propósitos son claramente visibles, y la persona se hace digna de confianza. Se dice que “el barco de la verdad puede tambalearse, pero nunca se hundirá”. Incluso con honestidad, el barco a veces se sacude, pero el ser digno de confianza garantiza que el barco nunca se hundirá. El valor de la verdad le hace a uno digno de confianza. Ser digno de confianza y confiar en los demás proporcionan la base y la conexión necesarias para que las relaciones sean nítidas. También es necesario compartir con honestidad los sentimientos y las motivaciones de cada uno. Cuando hay honestidad y limpieza, también hay cercanía. Sin estos principios, ni las personas ni la sociedad pueden funcionar.

Eres el resultado de ti mismo

Nunca culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni nadie, porque tú has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo, a ti misma, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar corrigiéndote.
A veces, el triunfo del verdadero hombre, de la verdadera mujer, surge de las cenizas del error. Si puedes evitar algunos mejor.
Nunca te quejes de tu ambiente o de lo que te rodea, hay quienes en tu mismo ambiente vencen. Las circunstancias son buenas o malas según la voluntad y la fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para triunfar.
No te quejes por tu pobreza o por tu salud, o por tu “suerte”. Enfréntalas con valor y acepta que de una u otra manera, es el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.
No te quejes por la falta de dinero. No te amargues con tus propios fracasos ni se los cargues a otros, acepta ahora. O siempre seguirás justificándote como un niño, como una niña.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan malo para fracasar, empieza ahora mismo.
Deja de engañarte, eres la causa de ti mismo, de ti misma, de tu tristeza, de tu necedad, de tu dolor, de tu fracaso. Tú decidiste construirte de esa manera.
Si tú aprendes a hacer nuevamente desde el dolor, a ser más grande que el más grande de los obstáculos, dentro de ti encontrarás un hombre, una mujer, que todo lo puede hacer.
La causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los fuertes, de los activos, de los audaces, imita a los valientes, a los energéticos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones imposibles, a quienes no les atrae las cosas fáciles y a cambio aceptan el reto de lo exigente pero realizable; a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo interior y tus problemas sin aliento morirán.
Mírate en tu espejo, comienza a ser sincero, contigo mismo, contigo misma, reconócete por tu valor y por tu voluntad y no por tu debilidad para justificarte.
Conociéndote a ti mismo, a ti misma, serás libre, fuerte y dejaras de ser títere de las circunstancias. Porque tú mismo, tu misma, eres el conductor, la conductora, de tu destino y nadie puede sustituirte.
¡Levántate!. Mira la mañana llena de luz y de fuerza, respira esa luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida.
¡Despiértate, camina, muévete, lucha, decídete!
Y triunfarás en la vida.

No percibo lo que más me conviene.

  No te das cuenta en ninguna de las situaciones que se presentan ante ti del desenlace que te haría feliz. No tienes, por lo tanto, una pauta por la que regir debidamente tus acciones, ni manera alguna de juzgar sus resultados. Lo que haces está determinado por tu percepción de la situación de que se trate, y esa percepción es errónea. Es inevitable, pues, que nada de lo que hagas sea en beneficio de lo que más te conviene. No obstante, lo que más te conviene constituye tu único objetivo en toda situación que se perciba correctamente. De lo contrario, te resultará imposible reconocerlo.

 Si te dieses cuenta de que en realidad no percibes lo que más te conviene, se te podría enseñar lo que ello es. Pero como estás convencido de que lo sabes, no puedes aprender. La idea de hoy es un paso encaminado a hacer que tu mente se vuelva receptiva de manera que el aprendizaje pueda dar comienzo.

  Los ejercicios de hoy requieren mucha más honestidad de la que estás acostumbrado a usar. Te será más útil examinar unos pocos temas honesta y minuciosamente en cada una de las cinco sesiones de práctica que se deben llevar a cabo hoy, que un mayor número superficialmente. Se recomiendan dos minutos para cada uno de los períodos de búsqueda mental que los ejercicios de hoy requieren.

 Las sesiones de práctica se deben comenzar repitiendo la idea de hoy, a lo que debe seguir una búsqueda mental con los ojos cerrados de aquellas situaciones en tu vida que aún no estén resueltas y que actualmente te están causando desasosiego. Debes hacer hincapié en descubrir cuál es el resultado que deseas. Te darás cuenta muy pronto de que tienes varios objetivos en mente como parte del resultado que deseas y también de que esos objetivos se encuentran en diferentes niveles y de que con frecuencia son conflictivos.

  Al aplicar la idea de hoy, nombra cada situación que se te ocurra, y luego enumera minuciosamente todos los objetivos que te gustaría alcanzar en el desenlace de la misma. El modelo que se debe seguir en cada caso debe ser más o menos así:
    Lo que me gustaría que ocurriese en relación con ___, es que ___ y que ___ sucediese,
    y así sucesivamente. Trata de abarcar tantos diferentes desenlaces como honestamente se te ocurran, aun cuando algunos de ellos no parezcan estar directamente relacionados con la situación, o, lo que es más, ni siquiera parezcan tener nada que ver con ella.
 Si haces estos ejercicios correctamente, te darás cuenta de inmediato de que estás exigiendo de cada situación un gran número de cosas que no tienen nada que ver con ella. Te percatarás asimismo de que muchos de tus objetivos son contradictorios, que no tienes un resultado concreto en mente, y que no puedes por menos que experimentar desilusión con respecto a algunos de tus objetivos, independientemente de como se resuelva finalmente la situación.
  Después de pasar revista a tantos objetivos anhelados como puedas para cada situación aún sin resolver que cruce tu mente, di para tus adentros:
    No percibo lo que más me conviene en esta situación, y pasa a la siguiente.


 Lección 24 de Un Curso de Milagros

El dolor.

Y una mujer pidió: Háblanos del Dolor.
Y él dijo:
Vuestro dolor es la ruptura de la celda que encierra
vuestra comprensión.

Así como la semilla de la fruta debe romperse para
que su corazón se muestre al sol, así debéis vosotros
conocer el dolor.

Y, si pudiérais mantener vuestro corazón maravillado
ante los diarios milagros de la vida, vuestro dolor no
os pareciera menos prodigioso que vuestra alegría.

Y aceptaríais las estaciones de vuestro corazón así
como habéis aceptado siempre las estaciones que pasan
sobre vuestros campos.

Y esperaríais con serenidad a través de los inviernos
de vuestra pena.

Mucho de vuestro dolor es elegido por vosotros mismos.
Es la porción amarga con la que el médico que hay
dentro de vosotros cura vuestro ser enfermo.

Por tanto, confiad en el médico, y bebed el remedio
en silencio y tranquilidad; porque su mano, aunque dura
y pesada, guiada está por la tierna mano del Invisible.

Y el vaso con que brinda, aunque queme vuestros
labios, ha sido moldeado de la arcilla que el Alfarero ha
humedecido con sus propias lágrimas sagradas.

Asentimiento.

Ni bien asiento a alguien tal como es, él se libera de mí y yo me libero de él.

Al mismo tiempo, mi asentimiento me une a él.

A través de mi asentimiento viene a mi encuentro; viene, libre, a mi encuentro.

Ante mí no necesita esconder nada. No necesita ocultarse porque para mí puede estar tal como es.

Mi asentimiento le permite mostrarse ante mí.

En mi asentimiento hacia el otro también me asiento a mí tal como soy. Dado que yo me asiento a mí mismo, me muestro tal como soy, porque mi asentimiento a mí es independiente del asentimiento de los otros hacia mí.

Es cierto que mi asentimiento a mí, dado que gracias a él no necesito ocultar nada frente a otros, también hace más fácil para los demás asentir a mí.

A través de mi asentimiento hacia mí en lo más íntimo me vuelvo igual a ellos y no me encuentro ni por encima ni por debajo de ellos.

El asentimiento es un movimiento creador. El efecto que tiene permite avanzar. Pone en funcionamiento a algo. Al mismo tiempo, supera aquello que se le contrapone. Lo nivela. A través del asentimiento hacia mí, hacia los otros y hacia todo en el mundo tal como es, nuestras relaciones se vuelven sencillas por estar más allá de las propias expectativas y angustias. Todo se despliega a su manera y está al servicio de todo lo demás al mismo tiempo.

Nuestro asentimiento también asiente a los límites, se mueve dentro de sus límites. También asiente a los opuestos y los sintoniza entre sí. Los une de manera creativa y los hace prosperar.

Este asentimiento es amor, libre de intención y libre de temor. Está en sintonía con aquel movimiento creador del cual todo aquello que existe toma su existencia y que, asintiendo, lo mantiene en existencia tal como es.

Este asentimiento completa —todo.



de BERT HELLINGER, del libro "PLENITUD - El viaje del Nagual".

Nuestro encuentro es para elevarnos.

Di a cada uno: tienes razón. Porque tiene razón. Pero condúcelos más alto en su montaña; pues el esfuerzo de escalar, que rehusarían por ellos mismos, exige tanto de los músculos como del corazón... ¿Cómo conocerán los hombres sus actos si no han escalado trabajosamente la montaña, en soledad, para transmutarse en silencio?