martes, 27 de diciembre de 2011

Desplegandote.

Nada en el mundo es más suave que el agua,
sin embargo, nada tiene más fuerza.
El agua alimenta la vida.
Sin embargo, atraviesa la roca viva.
Vence los obstáculos con la fuerza de la suavidad.
Lao Tse

Despierta al día con alegría.

Una sonrisa no cuesta nada y produce mucho,
enriquece a quienes la reciben
sin empobrecer a quienes la dan.
No dura más que un instante,
pero su recuerdo es a veces eterno.
Nadie es demasiado rico para prescindir de ella,
nadie es demasiado pobre para no merecerla.
Da felicidad en el hogar, apoyo en el trabajo,
es el símbolo de la amistad.
Una sonrisa da reposo al cansado,
ánimo a los más deprimidos.
No puede ni comprarse, ni prestarse, ni robarse,
pues es una cosa que no tiene valor
hasta el momento en que se da.
Y si alguna vez tropiezas con alguien
que no sabe dar una sonrisa,
sé generoso, dale la suya.
Porque nadie tiene tanta necesidad de una sonrisa
como el que no puede dársela a los demás.”


Mahatma Gandhi

Sin palabras.

 
El silencio tiene su lenguaje: sabe hacerse entender.
Buda

domingo, 25 de diciembre de 2011

La Navidad nace en ti hoy.

Tu niño interior sonrie y te mira con alegría.
Feliz nacimiento, feliz Navidad hoy y siempre.

martes, 20 de diciembre de 2011

Descanso en nuestra inocencia.

Que liberación cuando dejamos los juicios 
 y podemos ser un lugar de descanso el uno para el otro.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Hazte fuerte para el amor


El amor es la fortaleza última y primera. Es el impulso milagroso con el que partimos y con el que llegamos inspirados para tomar más. La fuerza con la que afrontamos el dolor de la existencia y nos elevamos por encima de los obstáculos de la vida personal. Hay un amor para cada conciencia, porque es la conciencia con la que respondemos a todo lo que vivimos: tal como entendemos el amor reaccionamos ante la vida y nos relacionamos con los demás. ¿Con qué mesuramos todo y tomamos decisiones sino con la medida de nuestro amor? Por Él sabemos si estamos dispuestos a crecer o preferimos ser aún pequeños e indefensos. Si la ayuda que pedimos es para confirmar nuestra debilidad o nuestra voluntad de fortalecernos ante su visión. Porque nos entregamos inermes ante su Presencia para crecer en ella, o nos resistimos a ella por temor a fundirnos en su abrazo. 

Si la circuntancias nos hacen decaer, si el sufrimiento de los demás nos hace doblegarnos ante nuestro propio dolor, nuestro amor es tenue y endeble: no tiene consistencia para penetrar en la cara oscura de nuestra vida. Entonces queremos evitar la situación o deseamos ayudar al otro para dejar de sentir ese dolor: la conciencia del amor aún no ha crecido suficiente para iluminar nuestro inconsciente. El amor es, lejos de lo que solemos pensar, la fuerza para encarar cada conflicto, cada aspecto sombrío de nuestra conciencia y del daño recibido por el mundo. El amor que disponemos es la conciencia que podemos utilizar.

El verdadero amor no proviene ni del romanticismo ni de esa fácil emocionalidad que sufre y llora por todo lo que pasa. Esa empatía está lejos de echar sus raíces sobre el conocimiento del amor, que va al núcleo de cada cosa, y la conoce desde adentro y confirma que cada uno dispone de la fuerza suficiente para sobrellevar la carga que arrastra. Cuando sentimos este amor raro en el mundo, entonces transmitimos el valor para encarar la vida tal como es, sin querer cambiarla, con la profunda aceptación que el amor acoge todo lo que experimenta. Es el amor que envuelve todo lo que toca y lo contiene dentro de sí. Y así acepta cada destino humano para que emerja el poder de la divinidad en nuestro interior. Al reconocer los límites de nuestra conciencia podemos trascenderlos y aceptar un amor mayor, más fuerte. Un amor que no es de este mundo.

Pero el amor que sentimos ahora mismo es suficiente para aceptar y abrazar nuestra propia vida, sean las circunstancias que sean. Porque nuestra vida es el fruto de nuestra capacidad de amar. ¿De qué otro lugar podemos partir para crecer y madurar esta conciencia personal hasta llegar a saber del alma a la que pertenemos?  No tenemos otro lugar por el que empezar: este el lugar perfecto para dar el próximo paso a un amor más grande.  Para aceptar un amor más fuerte. Y así aceptar el sufrimiento como un reto para crecer en el amor. Porque el amor no evita el sufrimiento: Lo disuelve.

Jonas Gnana

martes, 6 de diciembre de 2011

Siento luego existo.

 Si lo quiero entender todo, no puedo sentir.
 
Quien abre las puertas del camino? El corazón.
 

sábado, 3 de diciembre de 2011

Honestidad y tenacidad antes del vuelo.


Mah: ¿Cómo hace usted para encontrar algo? Mantiene sobre ello su mente y su corazón. Debe haber un interés y una recordación sostenidos. Recordar lo que necesita ser recordado es el secreto del éxito. Usted llega a ello por medio de la seriedad.

Int: ¿Quiere usted decir que sólo con querer encontrar es suficiente? Ciertamente, también se necesitan cualificaciones y oportunidades.

Mah: Ambas vendrán con la seriedad. Lo que es supremamente importante es estar libre de contradicciones: la meta y la vía no deben estar en niveles diferentes; la vida y la luz no deben pelearse; el comportamiento no debe traicionar a la creencia. Llámelo honestidad, integridad, entereza; usted no debe retroceder, deshacer, desraizar, abandonar el terreno conquistado. La tenacidad de propósito y la honestidad en la búsqueda le llevarán a usted a su meta.

Int: ¡Tenacidad y honestidad son dones, ciertamente! Yo no tengo ni rastro de ellos.

Mah: Todo vendrá a medida que usted avance. Dé usted primero el primer paso. Todas las bendiciones vienen de dentro. Vuelva adentro. «Yo soy», usted lo sabe. Sea con ello todo el tiempo que usted pueda permitirse, hasta que usted revierta a ello espontáneamente. No hay ninguna vía más simple ni más fácil.

Nisargadatta Maharaj. Yo soy eso