Gracias familia Happy-yoga por enseñarme el verdadero yoga del corazón. Y recordarme la belleza, la sencillez y la alegría del camino al Despertar.
Gracias por la bienvenida y ofrecerme un lugar seguro para la extensión.
Mi corazón se abre como un loto y es llenado por la luz , irradiando a todos los corazones e uniendonos en un pensamiento pleno. Siento como los limites caen y el jardín se hace inmenso, todos entran..todos son bienvenidos.
Que complicidad, en cada mirada que nos hemos cruzado y cada guiño que nos hemos enviado, sabiendo que estamos en casa, que estamos salvados. Mirada de un niño feliz por tanto sentir y compartir.
Este festival ha sido un bello bautizo, de liberación profunda, de enraizamiento, de integración, de creatividad y vuelo, de inspiración a dar lo mejor de uno , de rezos al amanecer, al atardecer y cuando la noche venía mucho, mucho corazón.
Gracias Madre Tierra por tu sustento. Los arboles, testigo de nuestras asanas, meditaciones, cantos, alegrías, lágrimas de devoción y reconocimiento.
La lluvia nos limpio y sus emociones fueron llevadas a su cauce, el sol brilló fuerte permitiendo alimentarnos de su energía y bendecir al día con nuestra práctica y con nuestro corazón al servicio del espíritu.
La Luna nos alumbraba feliz, mientras los tambores sonaban y nos reuníamos al fuego sanador, cantando al Gran Espíritu por la liberación de la mente. Y el misterio ocupaba todo espacio. El descanso y la rendición nos abria a la voluntad divina.
El viento nos susurro a cada uno un mensaje, nos ayudo a soltar y a sentirnos acariciados.
Mi rezo sigue y mi Ser no parece tan lejano. Que la alegría, la belleza, la paz, la inocencia, esta sencillez, continué instalada en cada uno de nuestros corazones y sigamos en la entrega de ser lo que somos y cumplir felizmente con la voluntad del Padre.
Gracias a todos los maestros de este linaje ( Kundalini), por darme el coraje, integración y la raíz necesaria. A Jesús mi guia-maestro en la Conciencia, por enseñarnos el camino del perdón y sentir su mano acompañandonos a cada paso.
Gracias a todos aquellos que se han cruzado en mi camino, por los que están, por los que partieron , por los que vendrán.
Gracias por toda la ayuda celestial y todos los seres que nos ayudan a recordar.
Que el circulo se expanda y el amor cubra en un manto divino a todos los seres.Y despierten en Luz al Amor de Dios. Que el sufrimiento llegue a fin,deshecho en las aguas de la nada.
Que continuemos elevevando a todas nuestras relaciones a su fuente...al Amor.
Estos fueron los mantras que latían en nuestros corazones:
Cariño, estoy aquí para ti.
Cariño, se que estas aquí para mi y eso me hace muy feliz.
Cariño, se que tienes miedo y sufres, pero estoy aquí para ti.
Cariño me duele lo que siento, se que no es tu intención y debo hacerme responsable, necesito ayuda.
Cariño, esto es un instante feliz.
(Tich Nanh Hanh)