¿Y si durmieses y, al dormir, soñases?
¿Y si, en tu sueño, fueses al cielo
y allí recogieses un extraña y bella flor?
¿Y si, al despertar, tuvieses la flor en tu mano?
Ah, ¿qué pasaría entonces?
lunes, 8 de noviembre de 2010
Ofrenda a Dios.
La oración es una ofrenda: un renunciar a ti mismo para volverse uno con el amor.
No hay nada que pedir porque no hay nada que puedas querer.
Esa nada se convierte en el altar a Dios y allí desapareces en El.
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