sábado, 11 de diciembre de 2010

Soñar despierto.

 
Muchos se preguntan que sucede con nosotros, cuando nos vamos a dormir. A donde nos vamos, que pasa con nuestra mente cuerpo-mundo. Que es este hábito social o premio-descanso en nuestra vida, esta aparente interrupción inconsciente, todo un misterio, un puente del dia a la noche.
Cuando soñamos creemos que lo que estamos experimentando es real solo cuando abrimos los ojos, nos contestamos; es un sueño y pasamos página. No nos preguntamos más. No cuestionamos el guion, que un hombre tenga tres cabezas o que durante el sueño abramos una puerta, nos encontremos en China, al cerrarla nos vemos rodeados de estrellas y  en un instante despues nuestros brazos se han convertido en bellas  alas que danzan con el viento. Y nos sentimos tan libres.
Parece que llevamos una vida paralela  al margen de nuestra vida diurna, pero no recordamos nada. Cuantas veces tenemos alguna pesadilla, nos levantamos  aun sintiendo fisicamente el susto.No nos damos cuenta que soñamos y tampoco en la vigilia, donde creemos estar despiertos solo porque el sol nos da los buenos dias.
Todos hemos experimentado tener un instante  de lucidez dentro del marco del sueño, y al levantarnos sentir casi durante el día una sensación de alegría, un nuevo registro nos informa y  nos ofrece mirar nuestra vida desde otro lugar. En los sueños   podemos afrontamos nuestros miedos y al atravesarlos, obtenemos una gran liberación o recibimos mensajes que nos dan la clave para tomar decisiones.  Asi aprendemos a ponerlos en práctica y  sostener la memoria de sanación para poder lograr no hacer diferencia entre el monstruo verde de nuestros sueños o el miedo que nos ocasiona  perder un trabajo ,todo fruto de abandonar  nuestra identificación con el ego o dejar de aceptar sus juegos, ese pensamiento o  parte de nuestra mente que niega completamente lo que somos en realidad.
 En sueños, el ego tambien toma las riendas, nos tortura con peliculas de todo tipo, o es muy ingenioso para  distraernos, nuestros miedos más temidos se convierten en creativas peliculas de terror. Y mellan internamente sin darnos cuenta. Aunque una vez que nos propongamos estar lucidos en el sueño, estos  pasan a ser lecciones y grandes pilares  para aprender a conocernos y ver como funciona el mecanismo del ego y las consecuencias de nuestra identificación
 Cuando entrenamos nuestra mentes  en recordar, o despertar en el  sueño, a ser conscientes de esa parte de nuestra mente que parece desconectada  o que funciona independientemente de nosotros,  trasladamos esa consciencia a la vigilia y el puente de dia y noche  se deshace , siendo conscientes todo el tiempo de que somos los arquitectos de nuestra vida, que no hay tal cosa como el tiempo y que experimentamos en funcion del guion proyectado  o de lo que que creemos ser. Se abre una puerta  y comenzamos a “ Ver”,  la visión reemplaza nuestra mirada fisica, y estamos preparados para abrirnos al lugar donde las palabras y significados dejan de existir.
Nada de lo que sucede afuera es real, todo esta sucediendo en nuestra mente y somos los soñadores de nuestra propio  sueño colectivo, testigos de lo que llamamos experiencia humana. No hay otros, sino pensamientos o actores que les hemos dado una función en nuestra vida, nuestro propio yo proyectado en  infinitas posibilidades.
 Nos damos cuenta que al escoger con quien percibir o soñar este mundo, nuestras experiencia cambian notablemente. Si lo hacemos desde el ego tendremos la misma ecuación de culpa-miedo-separación, si nuestra decisión   es “ ensoñar”  con nuestro Espiritu, no importa noche o día o el contexto donde creamos estar, el significado no cambia, ya que el próposito es el mismo, Paz  como resultado estar en el Presente.
 Somos guiados por un hilo que nos conecta con nuestra fuente y nada esta aparte de nosotros, sino que abrazamos todo, y este todo nos abraza.
Recobramos  el poder de cambiar nuestra experiencia o al menos de experimentarla desde otro lugar. Somos  conscientes y responsables de nuestros propios pensamientos, ingredientes del molde de nuestra percepción o mundo. Sentimos  que no hay nada ni nadie que nos ofrezca la felicidad pero tampoco que nos la arrebate, no somos victimas, la responsabilidad total del Sueño nos hace libres, porque nos hacemos conscientes  y comenzamos a recordar quienes somos.
Por eso los soñadores lucidos, no hacen diferencias en los estados de la mente dia-noche, saben que  estan en un medio irreal.  Afrontan  miedos y conflictos en el espacio onirico, usan ese medio que les ayuda a trasladar su experiencia de liberación o sanación  a la vigilia, sienten que aumenta un coraje y confianza,  porque saben que es fruto de la desidentificacion con el personaje. Son más conscientes de su inconsciente, se dan cuenta de su poder mental, que creian haber olvidado, recuerdan que hay otra realidad mucho más bella, un sabor que no tienen nada que ver con lo que creian vivir. El sueño  se convierte en un laboratorio mental, donde su psique es sanada, la alineación energetica se equilibra , el Karma no deja  huellas, oleadas de conocimiento vienen.
El ensoñador siente la libertad  de viajar a otros mundos, de adentrarse a otros planos de Conciencia, de surfear en el misterio. Sus alas del no tiempo, se desplegan fuertes en un vuelo infinito al encuentro con su Ser.

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