¿Y si durmieses y, al dormir, soñases?
¿Y si, en tu sueño, fueses al cielo
y allí recogieses un extraña y bella flor?
¿Y si, al despertar, tuvieses la flor en tu mano?
Ah, ¿qué pasaría entonces?
domingo, 26 de diciembre de 2010
Sin monólogos
Cuando dejo de responderme todo el tiempo, puedo escucharte.
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