¿Y si durmieses y, al dormir, soñases?
¿Y si, en tu sueño, fueses al cielo
y allí recogieses un extraña y bella flor?
¿Y si, al despertar, tuvieses la flor en tu mano?
Ah, ¿qué pasaría entonces?
martes, 27 de diciembre de 2011
Desplegandote.
Nada en el mundo es más suave que el agua,
sin embargo, nada tiene más fuerza.
El agua alimenta la vida.
Sin embargo, atraviesa la roca viva.
Vence los obstáculos con la fuerza de la suavidad.
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