¿Y si durmieses y, al dormir, soñases? ¿Y si, en tu sueño, fueses al cielo y allí recogieses un extraña y bella flor? ¿Y si, al despertar, tuvieses la flor en tu mano? Ah, ¿qué pasaría entonces?
miércoles, 16 de mayo de 2012
Claridad
Tu problema al meditar consiste en que no perseveras lo suficiente como para obtener resultados y, por eso, nunca llegas a conocer el poder de una mente concentrada. Si dejas que el agua fangosa repose durante un tiempo prolongado, el lodo se depositará en el fon-do y el agua quedará clara. En la meditación, cuando empiece a asentarse el fango de tus pensamientos inquietos, el poder de Dios comenzará a reflejarse en las aguas claras de tu conciencia."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario