¿Y si durmieses y, al dormir, soñases?
¿Y si, en tu sueño, fueses al cielo
y allí recogieses un extraña y bella flor?
¿Y si, al despertar, tuvieses la flor en tu mano?
Ah, ¿qué pasaría entonces?
miércoles, 16 de mayo de 2012
Una visión.
No hay mejor placer que aquel de sentir el alma desprendida.
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